lunes, 6 de octubre de 2008

LUIS ROYO

En 1954 nace en Olalla, Teruel. Se traslada a Zaragoza junto a su familia. Allí acudirá a la escuela primaria. El sentido práctico inculcado por su familia le lleva a iniciar sus estudios de Delineación técnica de construcción. Pronto descubre que el dibujo geométrico no le llena por completo.Inicia sus estudios en pintura, decoración e interiorismo en la escuela de Maestría industrial y la escuela de artes aplicadas, y los compagina con el trabajo en diversos estudios de interiorismo y decoración.
Después de descubrir el cómic para adultos, empieza a dibujar historietas para diferentes fanzines y expone en el Salón del Cómic de Angoulême y Zaragoza. No tardan en llegar los primeros encargos. Sale del ámbito nacional para publicar con frecuencia sus obras en medios extranjeros.
Una vez consolidado en una posición de privilegio en el mercado de la ilustración internacional, ampliará la producción de obra libre. La mayor parte de su obra libre será adquirida por diferentes medios o publicada en sus obras recopilatorias. Donde se empieza a vislumbrar el trato preferente que el autor proporciona a la figura femenina.




Son muchos los formatos en los que, a partir de 1995, podemos encontrar la obra de Luis Royo, en diferentes países: calendarios, pósters, camisetas, carátulas de CD, videojuegos, alfombrillas de ordenador, colecciones de Trading Card con otros autores.
Cada vez más destaca en sus álbumes la versatilidad del autor para adaptarse a diferentes temáticas y estilos. Y en 1999 nos proporciona imágenes tan sensuales como elegantes. Ya en el 2004 publica uno de sus recopilatorios más importantes, en el que fantasía y realidad se unen a través de las imágenes, en las que Royo nos presenta su particular concepción del mundo, de los mitos y leyendas que a lo largo del tiempo le han dado forma.




Luis Royo traslada su residencia a Barcelona, donde encontrará un rincón cargado de belleza en el Barrio Gótico en el que recrear su obra. Un cambio que supone un nuevo rumbo.
En su última etapa y compaginándolo con otros trabajos, Luis Royo ha dedicado cuatro años a una de sus obras más personales. Se trata de The labyrinth: Tarot, un diseño de las cartas del tarot en las que el perfeccionismo del autor no conoce límites. Sin duda, un trabajador incansable que ha encontrado seguidores en todo el mundo, con una visión mágica y fantástica de cuanto le rodea, que experimenta y evoluciona, justificando su papel de privilegio en el mercado internacional de la ilustración.

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